¡Me encantan las cuevas! Cuando yo era monitora de tiempo libre nunca faltaba un excursión a alguna cueva. Te sumerges en un mundo mágico, debes equiparte para entrar en ellas, una vez dentro pierdes la noción del tiempo…
Visité muchas con los jóvenes. Una de las cosas que más me gustaba era invitarles al silencio y a ser sigilosos como un gato… ¡ambas cosas bastante difíciles para los ruidosos y atropellados adolescentes!
En Cataluña hay mucho terreno calcáreo agujereado por cuevas y simas, muchas de ellas con leyendas sobreterrenales o directamente macabras.
Estoy apoyando la iniciativa del CIPAG de conservar la cueva de Can Sadurní, un vestigio del Paleolítico Superior muy cerca de Barcelona.
Entre otras sorpresas, en ella se ha descubierto la estatuílla hecha en cerámica más antigua de la Península Ibérica, que fue bautizada como “El Encantado de Begues”, así como herramientas para la explotación minera de la variscita, un mineral verdoso muy apreciado en el Neolítico por su aprovechamiento ornamental.
Además, también se han encontrado evidencias en la cueva de la práctica del procesado, elaboración y consumo de cerveza hacia el 4.300 aC , lo que la sitúa como la cerveza más antigua de Europa.
Hay muchos motivos para apoyar este proyecto, y el que más me seduce es el deseo de sus impulsores en alcanzar el equilibrio y la coexistencia de la tarea investigadora con su difusión y la visita del yacimiento por parte del público general.
Para colaborar: http://www.verkami.com/projects/5913
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