¿Te interesa mover el aprendizaje-servicio en tu población, territorio, CCAA…?
Si es así, quizá te resulten útiles las reflexiones y experiencias que estamos desarrollando y sistematizando los grupos impulsores existentes hasta el momento.
Aquí tienes unas cuantas ideas.
Criterios para crear un grupo impulsor… ¡y hacer que funcione!
- Considerar el ApS como patrimonio de todos, contagiando y compartiendo un proyecto con sentido.
- Agrupar y representar sectores educativos y sociales diversos y complementarios, de manera que cada miembro del grupo haga aquello que le es propio.
- Dotarse de un liderazgo asumido por una organización con autoridad y legitimación social.
- Presentar el ApS como un reconocimiento a las buenas prácticas, un valor añadido, una oportunidad para niños y jóvenes, y no como la última moda pedagógica, porque no lo es.
- Comprometer a la Administración Pública en diferentes niveles y áreas de responsabilidad.
Para ampliar estos criterios, puedes ver esta presentación: Aprendizaje-servicio. Crear un grupo impulsor del ApS en el territorio. Estuvimos debatiendo este contenido en el VII Encuentro de la Red Española de Aprendizaje-Servicio celebrado en Logroño el 20 de noviembre del 2014.
¿Y si partimos sólo de un grupo homogéneo?
Ciertamente, a veces lo que parece más difícil es constituir de entrada un grupo heterogéneo. A veces porque no hay tradición de trabajo en red entre los actores educativos y sociales del entorno y otras veces porque no se ve la ocasión, aparecen dificultades de agenda, etcétera.
El embrión de un núcleo impulsor bien puede arrancar en una universidad, o en un centro de profesorado, o en una entidad social, el caso es entender la conveniencia de ir sumando complicidades con el tiempo.
La misma naturaleza educativa y social del aprendizaje-servicio apunta la necesidad de establecer alianzas entre los diferentes actores del territorio. Si tenemos que empezar a caminar en solitario, adelante, pero no olvidemos el objetivo de acabar constituyendo un grupo plural.
Un ejemplo de plan de trabajo para empezar
Para empezar a explorar las posibilidades del aprendizaje-servicio en el territorio pueden ser útiles actuaciones como las siguientes.
Elaborar un inventario de los proyectos ApS existentes
Recoger las buenas prácticas existentes en el territorio es una de las actuaciones más útiles que se pueden llevar a cabo.
Permite detectar proyectos de aprendizaje-servicio que ya se están desarrollando, aunque no hayan sido bautizados como tales.
También permite detectar buenas experiencias (como por ejemplo, buenos trabajos de campo, o buenas acciones solidarias) a las que sólo les falta añadir un componente de servicio o un componente de aprendizaje.
Pero, sobretodo, permite contactar con profesorado, educadores y responsables asociativos llenos de energía, optimismo e ideas, que trabajan en tu territorio y tienen mucho que aportar.
Posiblemente es mejor elaborar un inventario sencillo, e irlo completando o detallando con el tiempo: se trata de un documento dinámico. Los Centros de Formación del Profesorado, las Universidades o bien otro tipo de entidades pueden llevar a cabo esta tarea incluyéndola en su plan de trabajo habitual.
Aquí tienes un ejemplo del Inventario de proyectos ApS de L’Hospitalet de Llobregat.
Formar educadores
Impulsar actividades de formación es imprescindible y, en el caso del aprendizaje-servicio es recomendable asegurar, siempre que sea posible, un público heterogéneo.
Cuando en un curso, taller o sesión participan personas procedentes de diversos sectores: profesorado de primaria y secundaria, responsables asociativos, educadores sociales, educadores en el tiempo libre… no sólo el debate es más rico, sino que, además, se facilita la vinculación entre estos actores y la generación de proyectos APS que requieren trabajo en red.
Tanto los Centros de Formación del Profesorado como las Universidades puedenincorporar esta formación en su plan de trabajo anual, pero también el sector asociativo cuenta con escuelas de formación capaces de impulsarla.
Para ver diferentes posibilidades, puedes consultar la página de Modalidades de formación.
Organizar una jornada local de intercambio de experiencias:
Si el inventario y la formación nos han permitido contactar con personas, centros educativos y entidades próximas al aprendizaje-servicio o bien interesadas en él, tarde o temprano podemos organizar un encuentro para compartir reflexiones y experiencias.
El intercambio de experiencias enriquece los proyectos que se están desarrollando, pero también motiva el impulso de nuevos proyectos y otorga visibilidad y cohesión al impulso territorial del ApS.
Además, en una jornada de este tipo se puede encontrar un espacio específico para dar voz a los niños, niñas y jóvenes, de manera que también ellos participen intercambiando sus vivencias personales en los proyectos ApS.
Esta actuación la puede organizar la misma institución que promueve la formación y, en todo caso, es aconsejable implicar a la Administración Pública para fortalecer la dimensión del aprendizaje-servicio como estrategia educativa local.
Para ver diferentes posibilidades, aquí tienes el ejemplo de la 1a Jornada de Aprendizaje-Servicio de Portugalete; la 1a Jornada de Aprendizaje-Servicio de Madrid y un programa genérico que te puede servir como base.
Y aquí tienes el vídeo de la 2a Jornada de Aprendizaje-Servicio de la ciudad de L’Hospitalet de Llobregat, celebrada en octubre de 2011.
Otras actuaciones posibles
Una vez exploradas las posibilidades y confirmado el interés que tiene desarrollar el aprendizaje-servicio en el territorio, hay otras actuaciones interesantes de llevar a cabo:
- Asesorar proyectos: Para lanzar y consolidar los proyectos ApS existentes, para crear nuevos proyectos o bien para transformar una buena práctica (trabajo de campo o acción solidaria) en aprendizaje-servicio, frecuentemente es necesario complementar la formación con un asesoramiento o seguimiento individualizado.
- Investigar y publicar: Las Universidades suelen tener un cierto margen de dedicación y recursos para impulsar el estudio, la investigación, la evaluación de impacto, la publicación de artículos, la elaboración de ponencias para congresos, así como, libros, guías y todo tipo de documentos. Todo ello contribuye a consolidar el aprendizaje-servicio.
- Establecer alianzas: Para fortalecer el aprendizaje-servicio en un territorio es necesario implicar no sólo a los actores educativos y sociales que desarrollan los proyectos, sino también a los actores que pueden apoyarlos, como las Administraciones Públicas, las empresas y los medios de comunicación.
A modo de ejemplo, aquí tienes la Memoria de 5 años de Fundación Zerbikas.
¿Te planteas crear un grupo impulsor y necesitas asesoramiento?
Contacta conmigo y vemos cómo lo montamos.
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