Hace apenas cinco años yo no me hubiera atrevido a bañarme en la playa del Prat de Llobregat. Pero pocos días antes de partir para la montaña nos acercamos una mañana y quedamos alucinados del cambio que se ha producido.

Arena limpia, agua limpia y nada de aglomeraciones. ¿Quien dice que no se pueden cambiar las cosas?.

¿Qué es lo que ha pasado? Pues está bastante claro: voluntad política, priorización, recursos, compromiso ciudadano. Nada se improvisa, ni es casualidad cuando se producen cambios.

Por eso me alegré mucho anteayer, cuando recibí un correo de Cathy explicándome el proyecto Going Blue, que impulsa junto con Philippe Cousteau.

Going Blue se propone estimular en los adolescentes el compromiso con la preservación y defensa del medio acuático, a través de prácticas de aprendizaje-servicio.

Acaban de publicar un libro muy práctico, al estilo de todo lo que hace Cathy, dirigido a los jóvenes. Para ayudarles a investigar, proponerse una acción, llevarla a cabo, demostrar los resultados y celebrar la experiencia.

Un libro, en definitiva, para educar en el compromiso ciudadano, sin el cual la voluntad política y los recursos no sirven para nada.

El agua es uno de los tesoros más baratos que tenemos. ¡Ojalá iniciativas como ésta favorezcan transformaciones increíbles como la de la playa del Prat!

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