En tanto que inmigrante digital, creo que nunca voy a alcanzar la destreza de nuestros jóvenes en las TIC, aunque siempre me ha parecido que ésta nunca llevaba su contraparte de precaución.

De hecho, continuamente salen en los medios noticias y reportajes sobre riesgos en la red  para los menores. Además, los adultos nos sentimos superados y despistados , sin saber demasiado cómo orientarles.

Internet es un inmenso campo para cultivar lo mejor y lo peor de las personas. Por esto me parece ingenioso y oportuno el proyecto Cibermánagers, que impulsa Pantallas Amigas.

Mira que sencillo y útil: los adolescentes son los que adiestran a los más pequeños en el uso prudente de las TIC. No se trata de meterles el miedo en el cuerpo, sino de ayudarles a diferenciar lo provechoso y positivo de lo falso y lo perverso.

Claro está que para hacerlo primero tienen que formarse ellos mismos, pero ahí está la gracia del aprendizaje-servicio. Ponte en la piel de un niño o niña de 10 años. No es lo mismo que te venga a predicar “sé listo y ten cuidado” tu madre, tu padre o tu maestra que un chico o chica que va cuatro o cinco cursos por delante del tuyo.

Uno de los centros pioneros en Cibermánagers ha sido el Colegio Santa María de Portugalete, que nos han dejado este vídeo de su experiencia, para que disfrutemos con ellos.

Por mi parte, como con las TIC -¡por poner sólo un ejemplo!- una no es nunca lo bastante lista ni lo bastante prudente, me he inscrito a un curso sobre Educación 2.0, a ver si espabilo un poco. Si lo consigo… ¡espero aplicar alguna cosa también en este blog!.

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