Cándido Hernández, José  Larrauri y Rafa Mendía acaban de escribir esta guía de Zerbikas: Aprendizaje y servicio solidario y desarrollo de las competencias básicas.

Es una buena iniciativa, porque el desarrollo de las competencias básicas requiere tareas reales y acciones concretas más allá de las tradicionalmente académicas, y el aprendizaje-servicio las proporciona en cantidad.

Este aporte de realismo era precisamente, uno de los aspectos más valorados de los estudiantes de la Facultad de Veterinaria de Buenos Aires, implicados en el Proyecto Piletones, una práctica de aprendizaje-servicio extraordinaria, impulsada por la profesora argentina Marcela Martínez Vivot.

De la mano de la profesora Pilar Folgueiras, de la Universidad de Barcelona, que realizaba una investigación conjunta con Marcela, tuve la ocasión y el privilegio de conocer la experiencia en directo y hablar con estudiantes, profesores y los vecinos de la Villa Soldatti, el barrio deprimido donde se realizaba la experiencia.

– Trabajamos con animales reales y personas reales en una situación social muy compleja, que nos exige hacer el trabajo muy, muy bien, comentaban los estudiantes.

– Estos chicos y chicas nos explican muy bien las cosas, son muy buenos veterinarios… valoraban los vecinos.

¿Qué duda cabe que estos estudiantes han tenido la oportunidad de aprender a ser veterinarios más competentes?

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