Un perfecto equilibrio¡No me lo esperaba!  Me dejó con el corazón encogido el desenlace de la novela Un perfecto equilibrio, de Rohinton Mistry.

Siempre me encanta leer alguna novela ambientada en los lugares que visito y Montse me la había recomendado para acompañar nuestro viaje a la Índia.

Me había sumergido de cabeza en esta maravillosa novela, había sintonizado totalmente con los cuatro protagonistas y estaba convencida de que todo acabaría bien.

En mi imaginación volaban varios finales deseables: Dina volvía a montar su taller clandestino de costura; Manneck recuperaba el paisaje de su infancia y el negocio de su padre; Ishvar y Omprakesh regresaban del pueblo con una esposa para este último, que no era, por supuesto, la que habían escogido para él…

Bueno, pues no. Rohinton Mistry, que te atrapa y te arrastra desde las primeras páginas de la novela, no hace ninguna concesión a la sensiblería.

Llegué al trágico desenlace escogido por el autor al mismo tiempo que nos sobresaltaba a todos la noticia de la decapitación del periodista nortemericano a manos de la Yihad. Una doble bofetada de realidad.

Y la sospecha de que la crueldad nunca duerme ni se relaja, sólo muestra una pequeña punta de su macabro iceberg y en cualquier, cualquier momento puede romper nuestro minúsculo y fràgil equilibrio.

 

 

 

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