La semana pasada tuvimos el primer encuentro del colectivo al que hemos llamado Grupo Territorial de L’Hospitalet. Se trata de 20 personas, entre profesorado, educadores de entidades sociales y profesionales de las administraciones públicas (ayuntamiento y Generalitat), cuyo cometido es impulsar el aprendizaje-servicio en esta ciudad.
Durante el curso pasado impulsamos una experiencia piloto. Consistía en lanzar una batería de iniciativas que nos permitieran ver el potencial del aprendizaje-servicio como herramienta educativa y social al mismo tiempo.
Organizamos un curso de iniciación, detectamos y elaboramos un primer inventario de proyectos APS, informamos a los equipos directivos de los centros educativos y buscamos también el apoyo y difusión en los medios de comunicación.
También pusimos la lupa en el análisis pormenorizado de dos proyectos APS impulsados conjuntamente por el IES Eduard Fontseré y el Esplai La Florida. Pues bien, el resultado fue muy estimulante. L’Hospitalet de Llobregat es un territorio muy potente cuanto a vida asociativa, cuanto a voluntad educativa de los responsables municipales y cuanto a proyectos puntera en los centros educativos. Lo conozco un poco porque de hecho es mi ciudad, donde viví 32 años, aunque hace cinco que me mudé a Barcelona.
Las perspectivas para este curso son muy esperanzadoras.
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