Soñaba con Tintín

Soñaba con Tintín

A los ocho años yo soñaba con Tintín, Milú, Haddock y todos los demás. Y a los nueve años también. Y a los diez, once, doce… toda la adolescencia. Ya sabía que no existían ni Syldavia ni Borduria, ni las setas gigantes, ni las siete bolas de cristal con Tornasol...
Kim a los 3 años

Kim a los 3 años

Como todavía no tiene edad para jugar al continental, al póker o al mentiroso (advertencia por si acaso: frase en tono de ironía), cuando juego con mi nieta intento al menos que el juego me divierta también a mí, quiero decir que no sea sólo un esforzarme en quedar...
La cueva, la cima y el río

La cueva, la cima y el río

Toda inmersión en la naturaleza tiene para mí algo de espiritual. Creo que incluso sin ser creyente, algo hay en la inmensidad de la naturaleza, que mueve un sentimiento inexplicable -y a veces sobrecogedor- de trascendencia. Desde hace algún tiempo, cada año...
Una semana atenta al presente

Una semana atenta al presente

He pasado una semana con mi nieta. Bueno y también con mi hija, mi marido y mi yerno. Una semana concentrada en abuelear como Dios manda, o sea, en contarle cuentos, cocinar, alimentarla, bañarla, pasearla, llevarla a la guardería y recogerla, llevarla al parque de...
Y, sin embargo…

Y, sin embargo…

En un reciente y brillante artículo, Democracia fatigada, Antoni Gutiérrez-Rubí afirmaba que la fatiga y la impaciencia, junto con el desánimo y el miedo al futuro, se extienden como otra y nueva capa pandémica: la emocional. Decía también que vivimos en una sociedad...