Las buenas prácticas educativas suelen ser dinámicas, y frecuentemente transitan de unos enfoques a otros.
En el reciente Congreso de Aprendizaje-Servicio, EDEX presentó una experiencia ejemplar de este tipo de transiciones.
En este caso se trata de la transición de un excelente trabajo de campo a un proyecto de aprendizaje-servicio:
Un grupo de chicos inmigrantes en riesgo de exclusión social llevan a cabo un taller para reflexionar sobre su situación y buscar soluciones.
Utilizan para ello la producción audiovisual: aprenden este lenguaje y crean un reportaje de vídeo sobre la situación de las personas inmigrantes.
Una vez realizado este reportaje -¡éste era el trabajo de campo!- comprenden su segunda utilidad: con él pueden contribuir a sensibilizar a la sociedad (y aquí está el aprendizaje-servicio).
De manera que presentan en público el vídeo Todo el mundo es inmigrante y se convierten en protagonistas activos de una acción concientizadora.
Si todo se hubiera quedado en una actividad de reflexión y aprendizaje tecnológico por parte de los jóvenes, ya hubiera sido una excelente experiencia educativa por sí misma.
Pero al transitar del trabajo de campo al aprendizaje-servicio, los jóvenes han sumado otro valor educativo más: el actuar como ciudadanos activos capaces de aportar algo a la sociedad.
¿Te interesa esto de las transiciones? Puedes echar un vistazo al final de esta presentación Metodología APS. Pero sobretodo te recomiendo lo que escribe María Nieves Tapia, la experta argentina que tanto nos inspira a todos.
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