Este viernes día 11 de noviembre, justo después del XIII Encuentro Estatal de Aprendizaje-Servicio, vamos a celebrar la Asamblea Anual de la Red Española de Aprendizaje-Servicio.

Nuestra red se empezó a gestar a partir del primer encuentro estatal en el 2008,  que se bautizó “para la promoción del aprendizaje-servicio” y que acogió los dos grupos de impulso del ApS de ámbito territorial (País Vasco y Cataluña) entonces existentes en España.

Por iniciativa de la Fundación Zerbikas y contando con el apoyo del ayuntamiento de Portugalete, el 18 de diciembre del 2008 se citaron en este municipio 23 personas, procedentes, en su mayoría, de la misma Fundación Zerbikas y su entorno y del Centre Promotor d’Aprenentatge Servei de Cataluña, a las cuales se añadieron dos personas de Fundación Tomillo de Madrid.

Este primer encuentro simplemente se planteó para conocernos entre nosotros, aprender de la trayectoria trazada en cada territorio y explorar cómo podíamos ayudarnos. En cualquier caso, teníamos claro que, de momento, no queríamos crear ninguna estructura coordinadora . Nos parecía que lo prioritario era fortalecer el trabajo desde la base, en cada territorio, antes que pensar en generar iniciativas tipo plataforma, red o coordinadora de ámbito estatal.

Teníamos la convicción de que, demasiado frecuentemente, el legítimo anhelo por coordinarse lleva a crear estructuras pesadas, difíciles de mantener o que se justifican a sí mismas, alejándose de los objetivos trazados cuando se crearon. Todos conocíamos este problema y habíamos padecido sus consecuencias, de manera que deseábamos evitarlo. Por tanto, en este primer encuentro, nos propusimos conocernos e intercambiar logros, y aplazamos -sin rechazarlo para un futuro- la constitución de una red estatal.

Sin embargo, ya en este momento inicial formulamos expectativas de relación que iban más allá de la simple coexistencia, como el deseo de compartir conocimiento, recursos didácticos, proyectos interesantes e incluso expertos internacionales cuando fuéramos capaces de ficharlos, expresando asimismo la voluntad de repetir anualmente este encuentro.

Si en el 2008 se reunieron dos iniciativas territoriales consolidadas y una embrionaria, al año siguiente, en lo que fue el segundo encuentro, ya fueron 6, y luego, 9, y más adelante 12, y así hasta cubrir las 17 Comunidades Autónomas.

Durante estos años la relación entre todos se fue estrechando de manera natural y cada vez teníamos más recursos, experiencias y reflexiones a compartir, al tiempo que, en cada territorio, se iba ampliando el espectro de actores educativos y sociales sensibilizados e interesados en aplicar el aprendizaje-servicio.

La red no se autoidentificó como tal hasta el 2010. ¡Y todavía invertimos 4 años más en formalizar jurídicamente la red como asociación sin afán de lucro! El debate previo a la constitución de la red fue un ejercicio de diálogo,  sinceridad y confianza entre los participantes en el encuentro, que se plantearon llegar a un consenso frente a tres grandes preguntas: ¿por qué y para qué queremos la red?; ¿qué tipo de red?; ¿qué debería hacer la red y cómo podríamos coordinarnos?

De hecho, lo que había ocurrido en la práctica era que ya habíamos estado trabajando colaborativamente de manera espontánea: intercambiando recursos, encontrándonos una vez al año,  invitándonos mutuamente a nuestras actividades, etc. De manera que, cuando se planteó la conveniencia de crear una red, se había producido un proceso natural de maduración lenta, muy horizontal, flexible, poco jerárquico.

La verdad es que en el año 2004 las personas que empezamos a mover el aprendizaje-servicio en nuestro país éramos cuatro gatos. Y en el 2008, cuando nos reunimos por primera vez en Portugalete, sabíamos que aprenderíamos mucho sobre esta metodología educativa, pero nunca nos imaginamos que aprenderíamos tanto sobre cómo impulsarla de manera colaborativa y hasta que punto este modelo de trabajo aceleraría la implantación del aprendizaje-servicio en España.

Pero ya no somos cuatro gatos. A finales del 2020 no somos pocos, no somos raros, no estamos locos. Y, por supuesto, no somos unos iluminados ni nos creemos poseedores de la verdad absoluta.

Y tampoco tenemos el copyright del aprendizaje-servicio. Ni ganas. Afortunadamente, diferentes entidades, centros educativos, instituciones… que nada tienen que ver con nosotros, descubren el aprendizaje-servicio, lo hacen suyo y lo divulgan.

Somos mucha gente sembrando. Abonamos el terreno y regamos con constancia, convencidos de que sólo crece el árbol que se siembra. En realidad, ¡somos el club de la constancia!

En la cabecera, foto histórica del primer encuentro ApS del año 2008.

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