Hoy he corrido la Media Maratón de Barcelona con el maravilloso Método Galloway, una estrategia que consiste en combinar carrera y caminata, siguiendo unas pautas fijadas en una tabla que se basa en el nivel de cada corredor.

El año pasado cuatro amigas corredoras nos animamos a correrla de esta manera, a razón de seis minutos corriendo por uno caminando. Fue mi primera media maratón y casi no me podía creer haber sido capaz de terminarla… ¡en muy buen estado físico!

Pero este año Montse y yo decidimos probar la secuencia de caminar el primer minuto de cada kilómetro, y el resultado ha sido espectacular… para nosotras, claro.

Hemos finalizado nuestros 21,097 kilómetros en 2 horas, 23 minutos y 56 segundos, lo cual quiere decir que hemos mejorado nuestra marca del año pasado en 9 minutos y 8 segundos… ¡increíble!.

Hay que aplicar el Método Galloway con la cabeza y desde el km 0, evitando caer en la tentación de saltarse las pausas prefijadas. Es, por tanto, un entrenamiento fuerte en autocontrol.

Pasamos el arco de salida y seguimos corriendo hasta el Km 1. En cuanto llegamos, nos ponemos a caminar a paso decidido durante un minuto. Luego arrancamos a correr hasta llegar al Km 2, repetimos la operación y así hasta el final. Bueno, hemos hecho sólo una pequeña variante: llegando al km 20, en lugar de caminar un minuto le hemos dado un minuto y medio, a fin de llegar todavía más frescas y felices a la meta.

Una de las cosas buenas de este método es que fragmentas los objetivos de manera muy visible y asequible y eso te hace evolucionar con confianza. Además, cada vez que arrancas a correr sabes que al poco tiempo vas a tener la ocasión de caminar, cosa que también anima.

A pesar de los 20 intervalos caminando, resulta que la velocidad media final con la que hemos corrido ha sido de 8,8 km hora, lo cual en mi caso es similar a lo que alcanzo en las carreras de 10 km en las que no aplico el Galloway.

Descubrí al señor Jeff Galloway y su método leyendo Mai no és tard (“Nunca es tarde”), obra del atleta popular Miquel Pucurull, un maestro al que nunca podré agradecer bastante su inspiración para todos los corredores, en especial para los veteranos o personas que, como yo, aunque la disfrutamos, nunca seremos excelentes en esta disciplina ni pretendemos serlo.

Este año 23.000 personas han corrido la media. El 45% eran extranjeros y el 32,6% éramos mujeres. Y una vez más, los atletas africanos han pulverizado marcas. Me gustaría que este evento deportivo mejorara algunas cosas, como por ejemplo los atribulados accesos a los cajones,  la escasez de sanitarios o la distribución de agua en los avituallamientos.

Pero igualmente es una fiesta maravillosa donde personas que no somos ni vamos a ser nunca atletas de élite tenemos nuestra oportunidad.

 

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