Hace muuuuchos, muuuuchos años, cuando mi hija era pequeña, al final del curso escolar llamé por teléfono a su maestra para darle las gracias. Por la profesionalidad, por el cariño, por la paciencia y dedicación, por los resultados… en fin, por todo.
Se hizo silencio al otro lado de la línea. Pensé que se había cortado la comunicación. Pero no. Cuando reaccionó me dijo, con un hilo de voz: es la primera vez, en todo el tiempo que soy maestra, que me dan las gracias por mi trabajo.
¡Cuántas veces he recordado esta anécdota! Algunas, lo reconozco, con cierta rabia. Como hace apenas unos días, cuando por enésima vez he oído la cantinela kenrobinsoniana (con perdón por el bueno de Sir Ken) de que las escuelas matan la creatividad. Esta vez la afirmación temeraria era que las universidades son cárceles y los pobres estudiantes son creativos frustrados a la búsqueda de su talento. Aaaargh!
Me arriesgo a afirmar que hay miles de escuelas que estimulan la creatividad y, además, la creatividad despojada de narcisismo miraombliguista. Como el Centro Público Xove, de Gijón, que ha tejido una alianza increíble con el Centro de Mayores El Arbeyal, poniendo a los niños y niñas a imaginar y construir para hacer más amable la vida de los demás.
Los maestros y maestras del CP Xove se merecen, además de las gracias, un monumento. Mira sino la batería de estos 6 proyectos de aprendizaje-servicio que están sacando adelante con y para los abuelos y abuelas del centro de mayores:
- Siembran plantas ornamentales y aromáticas para fomentar la estimulación sensorial de personas mayores
- Crean tarjetas de memoria para realizar ejercicios de estimulación cognitiva con personas mayores.
- Organizan una jornada de juegos populares para compartir y aprender de las personas mayores.
- Enseñan a las personas mayores a confeccionar un vídeo con fotos antiguas sobre la historia del barrio.
- Montan una obra de teatro conjunta con las personas mayores del grupo de teatro del centro.
- Organizan y llevan a cabo una campaña de corazones solidarios: recogen de telas, ayudan a las personas mayores a confeccionar cojines en forma de corazón y los entregan al hospital para aliviar el dolor de las personas mastectomizadas, junto con mensajes de apoyo.
Me parece no sólo despectivo, sino claramente injusto, no dar por lo menos las gracias a final de curso a tantos maestros y maestras que, como los docentes del CP Xove, hacen auténticos milagros cada día.
Un millón de gracias Roser por este precioso artículo que has escrito.
Desde el CP. XOVE no tenemos palabras para agradecerte esta difusión que has hecho sobre nuestro proyecto. Y por habernos abierto los ojos hacia el Aprendizaje y Servicio.