Reproduzco la carta que nos ha enviado Alberto Croce acerca del doble Premio Nobel de la Paz. ¡Gracias Alberto!:
Queridos compañeros y compañeras:
Hace apenas una hora recibí la maravillosa noticia de que este año, el Premio Nobel de la Paz, ha sido concedido a Malala y a Kailash.
En el primer caso, una joven luchadora por la educación sobre todo de las mujeres, que fue torturada y encarcelada por defender este derecho.
En el segundo, a mi amigo y respetado Kailash, fundador de la Marcha Global contra el Trabajo Infantil, fundador de la Campaña Mundial por la Educación de la que fue su primer presidente y, ahora, compañero mío en el consejo mundial de la Campaña y también fellow de Ashoka.
Kailash es una persona muy especial. Sobre todo por su integridad espiritual y su ejemplo de lucha y perseverancia en estas cuestiones fundamentales.
Pero quiero compartir con ustedes que, como dice la Fundación Nobel que otorga el premio, es un reconocimiento a la lucha por el Derecho a la Educación.
Es particulamente EMOCIONANTE que sean reconocidos este año una joven estudiante y un miembro de la sociedad civil en esta lucha por la educación. Detrás de esto hay un mensaje muy importante. Es reconocer que la comunidad lucha y se compromete por la educación.
Miles de militantes defienden en muchos escenarios este derecho. Pienso en los jóvenes chilenos y en los que han sido torturados y asesinados en México hace sólo unos días. Pienso en los que se manifiestan en Colombia, en Paraguay, en República Dominicana llenando las calles de gritos por la educación.
Pienso en los que luchan desde los sindicatos docentes y el educadores comunitarios de nuestros jardines maternales. Pienso en los que tratamos de lograr marcos legales que permitan el acceso de todos y todas, y en condición de calidad pero también de justicia, a una buena educación.
Siento que hoy este premio nos une a todos y todas y sé cabalmente que Kailash comparte este sentimiento y por eso quiero compartirlo.
La educación hoy está bajo serias amenazas. Se la quiere convertir más y más en un objeto de mercado que se compra y se vende. Y para los más pobres, una educación pobre y deslucida, de bajo costo, sólo para anestesiar, dominar y reproducir la pobreza.
Como decía Paulo Freire: La educación no puede cambiar el mundo. Pero sí puede cambiar a las personas que pueden cambiar el mundo.
Gracias Malala y Kailash por su compromiso.
Gracias a cada uno de ustedes, que reciben hoy este correo, con los que me siento cerca luchando por que cada uno y cada una de nuestros niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos, puedan acceder a la educación que nos abra las puertas a la plenitud de los derechos humanos y sociales.
Brindo con ustedes.
Alberto Croce – Fundación SES
Consejo Mundial de la Campaña por el Derecho a la Educación
Trackbacks/Pingbacks