Ayer participé por tercera vez en el programa “Grans Històries” (Grandes Historias) de Ràdio Estel, dirigido por el incombustible David García Gimeno, director del Colegio Mare de Déu de la Salut, de Badalona, que además es padre, maestro, psicopedagogo y corredor.

Cada vez que David me pide que vaya a su programa voy encantada, entre otras cosas porque, aunque parezca exagerado decirlo, es un chute de energía y de esperanza en la humanidad: mientras funcionen estos proyectos, nada está perdido.

Esta escuela, junto con la Residencia Roca i Pi, llevan muchos años impulsando el proyecto intergeneracional del cual recibe el nombre el programa de radio. La idea es muy sencilla: a lo largo de Infantil y Primaria, los niños y niñas llevan a cabo experiencias muy variadas con las personas mayores de la residencia y ambos colectivos salen beneficiados con ello. Una de estas experiencias es el proyecto Grans Històries, que David lo resume así:

En cada sesión un grupo de alumnos de primaria visita a una persona mayor en la residencia, la cual les cuenta una historia de su vida, una historia de vida real; así los alumnos descubren la forma de vivir del pasado más reciente explicada por sus protagonistas. Una clase de historia viva, sin libros, sin pantallas, y donde el clima que se crea es de máxima atención y motivación por parte de los alumnos.

Posteriormente, esta actividad se traduce en el programa de radio. En el episodio de ayer participaron Pepita Altarriba, una de las personas mayores atendidas en la residencia y Laura Renau, trabajadora social y responsable de educación social de esta institución, junto con tres alumnas de 6º de Primaria: Mireia Lara, Allison Claros i Yaiza Queralt. Las tres alumnas mostraron su sorpresa por la vida dura que había llevado Pepita y le expresaron su admiración por su energía en sobrellevarla.

La relación de la escuela y la residencia no sólo genera iniciativas imaginativas y motivadoras, sino que, además, las consolida en el tiempo, las perfecciona y las convierte en “buque insignia” de ambas instituciones.

Es el caso también del Teatro Musical, un proyecto de aprendizaje-servicio que tiene ya 15 años de vida, en el que mayores y pequeños han interpretado Mary Poppins, Jesucristo Superstar, Sonrisas y lágrimas, Grease, Mamma mia…

Soy una absoluta fan de las acciones sencillas y contundentes y de la perseverancia en repetirlas. Confieso que con los años me he vuelto desconfiada de las actividades efímeras por muy vistosas que sean, precisamente porque no generan cambios sustanciales y frecuentemente sólo alimentan la vanidad de quienes las impulsan.

Por ello soy una fan también de esta alianza poderosa entre el Colegio Mare de Deu de la Salut y la Residencia Roca i Pi. Como decía el señor Spock en Star Trek, ¡larga vida y prosperidad!

Share This