¿De verdad? Me he pasado la semana leyendo sangrantes análisis del 24 y previsiones del 25 en La Vanguardia, El Diario.es, El País, Ara… Salvo avances en biomedicina -impresionantes, por otro lado- no encuentro nada para ser optimista, ni en la gran esfera internacional (guerras sin fin, retrocesos en la lucha contra el cambio climático, avance de la ultraderecha, posverdad…) ni en la pequeña esfera de lo que nos afecta directamente (vivienda, empleo, precios, sequía, DANA…).
Me queda el consuelo de lo científico. Por ejemplo, de pensar que, si me alcanza el Alzheimer, voy a tener más posibilidades de frenarlo que generaciones anteriores. Pero me temo que necesito una dosis superior de esperanzas en que van a ocurrir más cosas buenas en el 2025.
Y donde no llega la esperanza a mí me suele funcionar la lupa binocular. Una lente de aumento para ver nítidamente lo que, a pesar de todo, funciona, aunque sea pequeño o sea invisible (que no es lo mismo).
La familia, las amistades que no fallan, la cordialidad entre el vecindario, los buenos días y las buenas noches, el por favor y el gracias, los largos abrazos cargados de oxitocina, serotonina y dopamina…
Los brotes que ya se adivinan en las ramas de los árboles, los días de lluvia, los pájaros del interior de manzana, las caminatas de invierno con el gorro calado, el olor a chimenea y a suelo mojado, el quedar con las amigotas para salir a correr…
La comida que te sale rica, el vino de tu primo, ese perfume a jazmín que tienes que controlar para no pasarte, el Here comes the sun que te recuerda la edad que tienes, la tarde de cine…
Tal vez es poca cosa y bastante egocéntrica en conjunto. No podemos conformarnos con eso, evidentemente. Pero mientras hacemos nuestra parte y nos comprometemos en no desfallecer en la lucha por el bien común, hay que reconocer y agradecer lo bueno que nos rodea.
Here comes the sun…
Gracias ! Es tan bueno usar los binoculares para ver las risas de los niños,los cuentos de siempre, los abrazos y la luz de la esperanza y la alegría en los que amamos.
Gracias otra vez!
Gracias Charo por tus binoculares siempre atentos! También nos sirven para ver la cantidad enorme de niños y jóvenes en todo el mundo haciendo su aporte comprometido en el encuentro con el ‘otro’ diferente con el que podemos juntos pensar y trabajar por un mundo mejor! El aprendizaje servicio me da esperanzas de unos brotes resistentes que hacen la diferencia ahí donde se desarrollan!!