-Dile a tu secretaria que me envíe el documento definitivo.
-No tengo secretaria- respondo sonriendo.
-Bueno, quería decir la secretaria de la Red.
-La Red no tiene secretaria, tampoco. Ni contable, ni conserje, ni sede, ni teléfono propio…
-¿Cómooooo? Entonces… ¿cómo hacéis las cosas?
Esta conversación, con ligeras variantes, se repite de vez en cuando. Casi nadie entiende como la Red Española de Aprendizaje-Servicio ha aguantado 10 años sin tener lo que normalmente se entiende como una estructura organizativa sólida.
Otras veces la pregunta es ¿Cuántos grupos territoriales tiene la Red? y la respuesta es que la Red no tiene grupos territoriales: son éstos los que tienen la red. Es una dinámica de abajo a arriba, no de arriba a abajo.
Estamos organizados, claro que sí, pero quisimos desde el principio dotarnos de una estructura ligera, entre otras cosas para evitar el riesgo de acabar trabajando para mantener una estructura pesada desatendiendo sin querer la finalidad de la asociación.
Pero, entonces… si somos ya 18 grupos; si entre todos tenemos proyectos locales y estatales; si el aprendizaje-servicio se está extendiendo a una considerable velocidad… ¿Cómo demonios nos las arreglamos?
Probablemente hemos echado mano de tres estrategias básicas que nos permiten mantener la ligereza y al mismo tiempo ser eficientes:
- Trabajo voluntario y en red. Somos una asociación de voluntariado. Ponemos muchas horas de trabajo voluntario, no hay que negar esta evidencia, sino más bien darle valor. No es un voluntariado aislado, sino un auténtico trabajo en red compartiendo objetivos, repartiendo el trabajo, rindiendo cuentas… con confianza pero al mismo tiempo con responsabilidad.
- Aprovechamiento de las estructuras profesionales de nuestras organizaciones miembro. Aunque la red no tiene estructura profesional, muchas de sus organizaciones miembro si la tienen, y frecuentemente la aportan para resolver lo que el trabajo voluntario por si solo no podría: aspectos jurídicos, de contabilidad, administrativos…
- Alianzas con otras entidades para impulsar proyectos conjuntos. Cuando tenemos un proyecto ambicioso, que no podemos asumir en solitario, buscamos alianzas con otras organizaciones. Es lo que hemos hecho, por ejemplo, con los Premios ApS, una iniciativa que compartimos con Educo y Edebé y en la que hemos buscado también la complicidad de los ayuntamientos implicados en el aprendizaje-servicio. Pero en realidad las alianzas no sólo son por cuestiones prácticas: son también una manera de compartir, polinizar y difundir el aprendizaje-servicio, del cual -no lo olvidemos- ¡no somos los propietarios!.
Sin embargo, no hay que ser tampoco talibanes de la ligereza. A día de hoy la RedApS es así y hasta el momento ha funcionado. No quiere decir que siempre esta ausencia de estructura profesional vaya a ser la mejor opción organizativa. Nuestra finalidad no es ganar el Óscar a la asociación de voluntarios más ligera. Porque creemos en la capacidad de nuestros niños, niñas y jóvenes en poner su talento al servicio de la comunidad, vamos a expandir el aprendizaje-servicio en cada momento de la manera más efectiva.
Qué alegría conocer esta red con sentido, realmente están trabajando la esencia de la formación. Fabuloso asumir la liviandad como opción constitutiva del ser servicio. La burocracia y los deseos de “visibilizarse” nos están asfixiando, así como los “rankings” para toda acción humana.
Hola Roser… En qué parte de España trabajas???
Nosotras viajamos desde Chile y me encantaría poder conocerte.