Si tienes la oportunidad, no te pierdas una conferencia de Alfons Cornella. Asistirás a una clase magistral sobre lo que se puede esperar en el futuro. ¡Poca broma!
Alfons lee, observa, contrasta e investiga todo aquello para lo que nosotros no tenemos tiempo ni, sobre todo, capacidad, de leer, observar, investigar y contrastar.
Y, lo que es sumamente de agradecer, es que luego lo comparte. Su pasión por divulgar conocimiento, es lo que hace que, después de una conferencia suya, tengamos la clara percepción de salir más sabios.
La conferencia ¿Qué mundo queremos en el 2048 y quién ya está trabajando en algún lugar del mundo para hacerlo realidad? tuvo lugar el martes 16 de septiembre en el Auditorio de La Pedrera (Barcelona). Fue extremadamente reveladora e inspiradora y las personas que tuvimos el privilegio de escuchar a Alfons no podemos sentirnos más que agradecidas.
Quisiera compartir al menos cuatro de las muchísimas ideas potentes (algunas ilusionantes, otras preocupantes) que expuso:
- Frente a los problemas que amenazan a la Humanidad, siempre hay personas y colectivos que están trabajando para encontrar soluciones.
- Se acabó el pensar que en economía prevalece la “suma cero”, es decir, que sólo se puede ganar si otro pierde. Se está comprobando que todos podemos ganar y que la miseria no es necesaria para asegurar la prosperidad de unos cuantos. Hay que pensar ya en “suma positiva”.
- Caen los tópicos pesimistas acerca de la Generación Z, la juventud que nació entre 1997 y 2012. Las últimas investigaciones revelan aspectos muy positivos acerca de su nivel cultural, en particular en los países emergentes; de su sobriedad frente al consumo de drogas y alcohol o de su capacidad de movilización política…
- Una idea más descorazonadora fue que, frente las dificultades que no disminuyen para alcanzar la paz, tal vez hay que ir pensando en conseguir más bien una “calma modulada”. Sin duda un objetivo menos ambicioso, pero más realista.
En el 2048, si sobrevivo, tendré 94 años. No tengo claro qué nivel de lucidez me acompañará para percibir la evolución del mundo desde mi infancia y para seguir aprendiendo, pero me gustaría mantener el recuerdo de esta magnífica clase magistral.
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