Llevando a escala proyectos de aprendizaje-servicio
Escalar un proyecto social tal vez no siempre sea posible, pero creo que, en general, es deseable. Si una acción solidaria, cívica, humanitaria, asistencial, cultural o reivindicativa funciona y demuestra su eficacia, ¿por qué no extenderla o profundizarla? ¿No deberíamos multiplicar lo que es bueno, para que estuviera al alcance de la mayoría?
Muchas veces las iniciativas sociales están lideradas por organizaciones pequeñas, con poca estructura o pocos recursos económicos y materiales. Además, están focalizadas en la causa concreta y las necesidades más inmediatas y urgentes. Y, para acabarlo de complicar, las personas comprometidas se sienten vinculadas emocionalmente a la dimensión micro, en la que han conseguido buenos resultados y un reconocimiento indiscutible.
Todo ello creo que dificulta tomar la decisión de llevar a escala su proyecto, porque puede representar retos y cambios estratégicos hacia los cuales no se sienten preparadas. Cierto que es difícil, pero no imposible, si se tejen buenas alianzas y se logra el compromiso de las Administraciones Públicas para alcanzar un impacto superior al inicial.
En el campo del aprendizaje-servicio tenemos muy buenos ejemplos de proyectos escalados con éxito.
Uno de ellos es el Proyecto ApS Serra de Tramuntana, impulsado por el del CEP Palma (Centro del Profesorado), en el cual, inicialmente, niños, niñas y adolescentes del entorno de esta sierra de Mallorca, realizaron distintos proyectos para salvaguardar el patrimonio medioambiental, histórico y cultural de esta montaña: diseño de rutas; recuperación y señalización de elementos patrimoniales; reforestaciones; recuperación de asentamientos; actividades de sensibilización y visitas con distintos colectivos; protección, limpieza y adecuación de espacios; recuperación y difusión del patrimonio inmaterial…
En el año 2019 fueron 2000 alumnos y 190 docentes y actualmente, en el 2025 ya son 6.545 alumnos y 310 docentes.
Otro ejemplo de escalado es el Proyecto de la Tapa Infantil de Cartagena (Murcia), impulsado en el año 2022 por el alumnado de Primaria del CEIP Atalaya, que desarrolló una campaña de promoción de la alimentación saludable, a modo de experiencia gastronómica, dirigida a la población infantil para concienciar al conjunto de Cartagena. Colaboraron en este proyecto el sector de hostelería de la ciudad, el Ayuntamiento de Cartagena y la asociación ACCEM.
Actualmente (2025) se ha celebrado la cuarta edición de esta ruta, contando con la colaboración de 23 restaurantes de la ciudad y el apoyo del ayuntamiento, y se ha consolidado como una actividad permanente de la agenda ciudadana de la ciudad.
En ambos casos, un proyecto pedagógico de indudable valor se ha insertado en la cultura del entorno, de manera que ha aumentado el número de personas comprometidas, de destinatarias y de instancias interesadas en este desarrollo.
En el dossier Proyectos sociales con perspectiva de escala, coordinado por Marcelo Krichesky, una producción colectiva de organizaciones miembros de la International Youth Foundation de América Latina y España, los proyectos escalables comparten algunas características comunes:
- En su diseño suelen tener estructura modular
- Su concepción debe ser “sencilla” para que pueda ser apropiada por quienes lo implementarán
- Tienen que aprovechar al máximo las potencialidades de los recursos locales.
- Deben ser lo suficientemente flexibles para ser implementados en realidades distintas sin perder ciertas características que le dan identidad al proyecto.
- Deben tener un buen equilibrio costo-beneficio. No requieren, para su implementación, de recursos excesivamente sofisticados, que sólo pueden hallarse en situaciones muy particulares.
Como afirman los autores de esta publicación, cuando llevamos a escala un proyecto hay que tener cuidado en que el proyecto no se desvirtúe, en que no se afloje el compromiso, en no pasar de ciudadadanía activa a simple consumición de servicios… en definitiva, en que la cantidad no amenace la calidad.
Pero el reto de ensanchar el bien común bien merece tomar medidas y seguir caminando.
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