Me temo que Macron tiene razón cuando dice que estamos en guerra. Con unos guerreros heroicos defendiéndonos, que son el personal del sistema sanitario y miles de personas escondiéndonos del enemigo y atrapadas en una cárcel que es nuestra propia casa, reinventando cada día cómo vencer el deseo enorme de salir al campo, correr, sumergirse en el mar, abrazar a familiares y amistades…
No podemos salir de nuestro encierro porque tenemos el enemigo acechando ahí afuera. Pero debemos recordar que somos unos privilegiados los que tenemos donde encerrarnos, así que ¡nada de quejarse!.
Después de unos cuantos días ensayando, he construido una rutina que me ayuda a sobrellevar el confinamiento. La comparto aquí para quien pueda serle útil.
Me levanto a las 7:30. Vivo en el cuarto piso de un edificio de 7 plantas en Barcelona, lo que significa 146 escalones desde la azotea hasta el nivel de la calle. He convertido la escalera en mi entrenadora silenciosa, inventando con ella una serie de subidas y bajadas. Siempre que bajo, lo hago saltando, como quien tiene prisa y, cuando subo, lo hago corriendo y caminando en pisos alternos. La última subida hasta la puerta de mi casa la cubro con zancadas de dos escalones. De momento completo cinco series y mi propósito es ir aumentando semana a semana.
Después de ducharme, desayuno leyendo eldiario.es, al que estoy suscrita. Me pongo a trabajar con el ordenador, no sin antes comprobar si me ha entrado vía whatsapp alguna foto o vídeo más de mi nieta. Respondo emails, elaboro informes y presupuestos, preparo las actividades de formación que se han aplazado o se aplazarán, hago llamadas, me conecto por Skype con algún compañero o compañera de la RedApS… cosas así.
Antes de almorzar salgo a comprar alguna cosa que falta. Hago la comida, que me gusta mucho. Estos días me he atrevido con alguna receta de Simplissime, un libro estupendo de cocina francesa, cuyas propuestas, muy visuales parten sólo de un máximo de seis ingredientes.
Después de comer vemos el episodio de una serie. Confieso que en mi casa somos muy seriófilos, aunque bastante eclécticos. Últimamente hemos visto Big Love y Manifest.
Esta tarde a los vecinos que compartimos el patio interior de manzana nos ha sorprendido un concierto improvisado de ópera que nos ha regalado desde el balcón la cantante Ruth Lorenzo, vecina del barrio. Es la foto que he puesto en la cabecera de este post. Lo ha vuelto a repetir, a las 20:30, llenando todo el espacio con una voz increíble y emocionante.
En algún momento del día, sin una hora precisa, hacemos tareas domésticas tan apasionantes como lavar platos o tender y recoger la ropa. Y llamo o envío un whatsapp a mi tía Litus, una mujer de 94 años, llena de optimismo y energía, a la que quiero mucho.
Por la tarde sigo trabajando un rato. Mañana a las 16:00 tengo la primera tutoría de las que me he ofrecido para estudiantes que están haciendo un trabajo de aprendizaje-servicio. Pero a las 17:00 haré una pausa, porque hemos quedado con las amigas del barrio a un café virtual por zoom. Sólo para vernos las caras, reír un rato, saber cómo estamos y comprobar cuánto nos queremos y nos echamos de menos.
Más o menos a las 19:30 me visto como si fuera a hacer deporte y me pongo un vídeo de fitness de María Martínez, que tiene una propuesta diferente para cada día del mes. Me encanta cómo comunica esta deportista. Después hacemos unos minutos de pilates y estiramientos.
Después de cenar, todavía veo alguna película y me voy a dormir con La cara norte del corazón, el último libro de Dolores Redondo, del que estoy totalmente enganchada.
No duermo demasiado bien. Creo que el miedo que consigo dominar durante el día me regala bonitas pesadillas por la noche. Y me repito: da gracias de tener una familia, una casa, comida tres veces al día, amistades, un vecindario capaz de compartir y ayudarse y un sistema sanitario que te protege. Es mucho, la verdad.
Me encanta… Solo una sugerencia: prueba a desayunar en modo exclusivo y luego leer la prensa. Yo lo hago y me ha parecido una mejora.
Ánimo y salud desde Extremadura
Gracias por tu aporte positivo.
Excelente rutina diaria linda y creativa y agradezco los sitios posteados. Datos útiles, importantes de comunicación.Un abrazo y mucha suerte y buena salud!!
Gracias Roser, un placer siempre leerte. Estupendas rutinas.
Sigo observando aves desde mi balcón.
Un abrazo