Ni siquiera en un portal. El lunes de la semana pasada, a las 7 de la mañana me encontré una persona sin techo durmiendo en medio de la acera, acurrucada entre cartones y mantas. Era un día realmente frío y desagradable. No pude verle la cara y, una vez más, se me apagó la lucecita al final del túnel.
Los datos que aporta la Fundación Arrels, cuyo objetivo es que no haya nadie durmiendo en la calle, aumentan la oscuridad en esta incierta salida de la crisis: Actualmente la entidad atiende en Barcelona a un 50% más de personas sin techo que hace 5 años. ¡No es extraño que el primero de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) sea el fin de la pobreza!
Y, sin embargo, esta semana pasada he tenido el privilegio de compartir dos encuentros con 4 mujeres que no conocía, cuyas trayectorias y proyectos encienden una y otra vez, obstinadamente, la lucecita del fondo del túnel.
El primer encuentro fue la jornada La educación, llave maestra para alcanzar los ODS, en Salamanca, donde conocí, gracias a Belén Viloria, a Lucía Miranda y a Alejandra Acosta.
Lucía Miranda, dramaturga y arteducadora, es la fundadora del proyecto The Cross Border Project. Lucía utiliza técnicas dramáticas en los centros educativos para mover conciencias y buscar soluciones, que pasan por el compromiso personal, especialmente en temas de discriminación, racismo, abusos.
Alejandra Acosta, joven trabajadora social fuertemente implicada en la lucha contra la trata de personas con fines de explotación sexual, impulsa el proyecto Break the Silence, impartiendo talleres de sensibilización y compromiso activo acerca de estas lacras en centros educativos.
El segundo encuentro fue la III Jornada de Participació i Intercanvi de la Comunitat Educativa en Castelló, impulsada por la Generalitat Valenciana y dedicada este año a los Derechos Humanos. Aquí tuve el placer de escuchar a Hanan El Hroub y a Monika Vázquez.
Hanan El Hroub es maestra en Palestina y mereció el Global Teacher Prize 2016. Bajo las condiciones de vida en las que desempeña su trabajo, el juego no es exactamente una herramienta didáctica, sino un espacio de paz, una estrategia de supervivencia y de seguridad.
Monika Vázquez es la responsable del Programa Cultura de paz y Derechos Humanos del Centro Unesco del País Vasco y compartió con el público el marco jurídico, la planificación y las herramientas de su programa, que en este momento incorpora con fuerza los ODS.
Al final de este encuentro, jóvenes del IES Violant de Casalduch de Benicássim nos regalaron una actuación emocionante de danza e imágenes para no olvidar.
Lucía, Alejandra, Hanan, Monika… y los jóvenes que danzan bajo las palabras de Martin Luther King, como los de la foto, encienden la velita sin descanso cada vez que una ráfaga de aire frío las apaga. Sí que hay esperanza.
Realidades potentes que transformarán nuestro mundo. Gracias por compartir y difundir.