No acabo de entender la manía de intentar ser original cueste lo que cueste. En educación me parece una frivolidad, subrayando lo de “cueste lo que cueste”.
Un buen proyecto educativo merece ser repetido al año siguiente, para ir mejorando y consolidando su calidad. En definitiva, los chicos y chicas del curso donde se desarrolla el proyecto van a ser diferentes y en cambio, el profesor o profesora va a ganar seguridad y va a poder aprovechar la experiencia del año anterior. ¿O es que sólo cantando una vez una canción ya nos la aprendemos y la cantamos bien?
Precisamente de música y literatura va el proyecto Musicavis, que el Instituto Mediterrània del Vendrell repite cada año, en colaboración con el centro de mayores de la población. Esa repetición les está aportando muchas cosas buenas: el proyecto va madurando como un buen vino; la relación con el centro de mayores se consolida; el instituto va creando una marca pedagógica propia, un proyecto “buque insignia”…
¡Y copiar una idea también puede ser genial! Que te lo cuenten los chicos y chicas del IES Cardenal Cisneros de Alcalá de Henares, que vieron la campaña de donación de sangre llevada a cabo en otro instituto y se propusieron copiarla, en colaboración con el hospital de la ciudad.
Lo hicieron tan bien, les salió un proyecto de aprendizaje-servicio tan modélico, que merecieron uno de los Premios Aprendizaje-Servicio de este año. Cuando los jóvenes que representaban al instituto dirigieron unas palabras en el momento de recoger el premio, el público tuvo la revelación clarísima de que habían llevado a cabo una experiencia extraordinaria.
Copiar y repetir no es una práctica de perezosos, puede ser una estrategia inteligente y fecunda. De hecho, estas dos experiencias están siendo replicadas y, por tanto, están multiplicando su impacto social.
Cuando repetir es sinónimo de constancia y responsabilidad y cuando copiar es sinónimo de inspiración, entonces debemos sin duda copiar y repetir, antes de meternos en fuegos artificiales que duran lo que dura un caramelo.
Gracias Roser, tus comentarios son siempre clarificadores e inspiradores. Un abrazo desde Gijón. Covadonga.