Hace 10 años nos encontramos en Portugalete, País Vasco, un grupo de catalanes, un grupo de vascos y un grupo de madrileños… ¡como si fuera un chiste!
Teníamos en común las ganas de intercambiar y reflexionar juntos acerca del aprendizaje-servicio, un auténtico descubrimiento educativo en el que llevábamos trabajando los últimos años.
El encuentro fue tan positivo, que el ayuntamiento de Portugalete nos dijo: ¡Volved el año que viene! Y así lo hicimos, pero entonces ya éramos 6 grupos. Y al año siguiente 9 y al otro 12. La cosa iba creciendo. Y empezamos a celebrar el encuentro en una ciudad diferente cada año: Barcelona, Madrid, Logroño, Valencia, Gijón…
Ahora somos 18 grupos territoriales los que constituimos la actual Red Española de Aprendizaje-Servicio, aquella iniciativa pequeña que parecía un chiste. Los encuentros ya no son sólo “nuestros”, sino que están abiertos a toda la comunidad y aprovechamos para entregar los Premios Aprendizaje-Servicio, una iniciativa que compartimos con Educo y Edebé.
El viernes 1 de diciembre tuvo lugar el X Encuentro, en el que nos hemos reunido más de 450 personas: profes, alumnado, entidades sociales, empresas, técnicos y políticos de las administraciones públicas…
Ha sido un intenso espacio de intercambio, motivador, cálido y emocionante, tal como valoraban los participantes al final de la jornada. Nos ha hecho felices por muchas razones, pero voy a destacar dos:
La primera por celebrarlo en L’Hospitalet de Llobregat, una ciudad que representa y contagia el compromiso y la confianza de un ayuntamiento en el talento solidario de sus niños, niñas y jóvenes.
Y la segunda, porque volviendo la vista atrás, viendo la expansión del aprendizaje-servicio, las alianzas que promueve, el compromiso creciente de los ayuntamientos y la ilusión que renueva en educadores, chicos y chicas, confirmamos que esto… ¡ya no hay quien lo pare!.
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