Estuvimos el fin de semana en la Sierra de Guara, donde duerme la hexafolia.
Pocos años hemos faltado a la cita, y últimamente incluso la visitamos más. En ningún otro lugar hemos entendido tan claramente que es imposible bañarse dos veces en el mismo río.
El primer día nos adentramos en el cañón del Barrasil, un tramo del río Alcanadre siempre grato y sorprendente. Encontramos muchísima más agua que el año pasado por las mismas fechas, con lo cual el descenso fue bien diferente.
El segundo día visitamos el barranco de Fontaneta, afluente del Isuala. Hacía mucho tiempo que no lo habíamos descendido y lo descubrimos de nuevo, variado y divertido: cortos rápeles un poco volados, destrepes, pasos en oposición…
Deshojando la hexafolia encontramos las seis razones por las que no podemos dejar de visitar este parque natural:
- porque necesitamos de vez en cuando alimentarnos de la grandiosidad de su paisaje.
- porque el aire, la luz y el contraste de colores, forman una experiencia estética única.
- porque echamos en falta el reto físico del descenso de barrancos y de la escalada.
- porque nos gusta sorprender a las cabras asilvestradas y a los buitres.
- porque ya tenemos amigos allí, y nos gusta verles de nuevo.
- porque llevamos allí a nuestros amigos de aquí y nos gusta compartir con ellos nuestra pasión.
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