Éste es el nombre de otro luminoso proyecto de aprendizaje-servicio de la Escuela Secundaria Raul Scalabrini Ortiz de Paraná, Entre Ríos, Argentina.
Los chicos de 6º curso -17 años, más o menos- se interesaron por el efecto del uso de auriculares en la salud de los adolescentes.
Iniciaron una investigación y la centraron en la franja 13-19 años. ¡Comprobaron que muchos de sus compañeros incluso dormían con los auriculares puestos y la música a toda pastilla!
Hablando con médicos especialistas, identificaron los 70 decibelios como el límite a partir del cual empiezan a detectarse efectos negativos.
Pero, oh sorpresa, descubrieron que las empresas que comercializan los auriculares no informan sobre los decibelios que pueden alcanzar sus productos.
Y las encuestas que llevaron a cabo revelaron que tampoco los jóvenes usuarios tenían una mínima idea de si era muy alta o no la música que escuchaban.
Hicieron el experimento y comprobaron que los niveles medios oscilaban entre los 85 y los 125 decibelios: más o menos el ruido de un avión al despegar.
El diagnóstico de los médicos consultados no podía ser más catastrófico: ¡un futuro mundo de sordos! Y de malhumorados -añado yo- porque las personas que no oyen se ponen de los nervios.
Sumamente preocupados iniciaron una campaña cívica de concienciación entre sus compañeros y otros jóvenes.
Pero no se pararon aquí. Elevaron una instancia al gobierno para que éste presionara a las empresas que comercializan auriculares a comunicar a sus clientes y usuarios cuál es el volumen máximo y el volumen apto para el uso cotidiano.
¡Haciendo política sin complejos!
muchas gracias por incluirnos en tu página nuestro proyecto Un pasatiempo.., con tu relato , gracias por tu simpatía y presencia en el congreso,,,, regresa prontito a Paraná. Sandra Santa María
Qué orgullo siento por el trabajo de mis compañeras, Malna, SantaMaría yLudi y más aún porque Charo haya mencionado su labor!