Hoy he recibido un mensaje de Javier, que me ha emocionado. Dice:
Hola Charo: Esta mañana estaba pensando que quería escribirte, en primer lugar para felicitarte en estas fiestas y en segundo y sobre todo para darte las gracias por haberme dado la oportunidad de meterme en el mundo del APS. Después de 38 años, no que llevo en el mundo de la enseñanza, sino que la enseñanza ha sido mi mundo, estoy haciendo algo que complementa mi labor de enseñante con mi compromiso por una sociedad mejor, me encanta. Gracias por todo.
Educadores como Javier, como Esther, como Anna, como Àngel, como Pere, como Raquel, como Arantzazu, como Begoña, como Alberto, como James… hacen que el mundo sea un poco más amable.
Soy yo quien estoy agradecida por el privilegio que representa haberles conocido y poderles disfrutar. Son ellos quienes me brindan cada día la oportunidad de renovar mi confianza en que los cambios son posibles.
Tenemos la obligación de devolver a la sociedad como don lo que hemos recibido como privilegio, dice Enrique Arnanz, pero me temo que no me va a dar tiempo de devolver todo el privilegio que estoy recibiendo… ¡Tarea imposible!
Gracias por estar ahí, por enviarme mensajes cariñosos, por compartir vuestras canciones y vuestros vídeos, por dejarme meter la nariz en vuestros proyectos, por permitirme que los difunda, por prestarme frases luminosas, por hacer que cada noche, antes de cerrar los ojos, no pueda evitar pensar: Ostras, ¡no me lo merezco!
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