¡Qué buen consejo recibió Pere Estupinyà, el autor de El ladrón de cerebros!
Rascar donde no pica significa explorar donde, en principio, no habías puesto interés.
Significa levantar la mirada y desplazar tu atención, porque fuera de tus motivaciones más intensas, pueden existir cosas igualmente interesantes.
Una buena idea para evitar la excesiva especialización, o la cerrazón mental, que viene a ser lo mismo. Una invitación a abrir las puertas y ventanas de la mente.
El libro de Pere Estupinyà es una constante invitación a rascar por todas partes. Un descubrimiento alienta otro, y éste, otro más. Tal vez aquí radica la esencia de la ciencia: una exploración constante y no del todo disciplinada.
Estoy disfrutando cada página de este libro, que me acompaña todas las noches, desde hace unas cuantas semanas, sustituyendo mis clásicas meganovelas de 900 páginas.
Hasta me gusta la portada, que mantiene el mismo tono “3D” del texto: desenfadado y diáfano, lo cual es una delicia.
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