Cuando estudiaba Pedagogía en la Universidad me compré un libro que se llamaba Para comprender a Piaget. Estaba un poco mal visto, porque se suponía que tenías que leer a Piaget y entenderlo sin ayuda de nadie.
Pero yo ya había intentado sin éxito tragarme algunos libros de este respetabilísimo sabio, y no me pareció mala idea que alguien me explicara previamente lo básico con lenguaje más asequible.
¡¡Me fue muy bien!! Además, luego pude disfrutar de lo lindo leyendo directamente La representación del mundo en el niño. En parte, debo reconocerlo, porque hablaba del sol, la luna, los animales y cosas que siempre me motivan, pero también porque abordé este texto equipada con las cuatro ideas claras del libro introductorio.
La experiencia me hizo valorar mucho el trabajo de los expertos que explican con claridad y sencillez las cosas importantes y complejas para que la gente las entienda, no para que la gente les admire.
Este verano mi amiga Nieves me pasó un libro estupendo sobre la crisis. Se trata de La crisis financiera. Guía para entenderla y explicarla, de Juan Torres López. El subtítulo no puede ser más explícito: el autor comparte conocimiento para que otras personas se apoderen de él y lo usen.
Explicar las cosas sencillamente no supone renunciar al rigor en la información. Supone renunciar a la soberbia. Y creo que, afortunadamente, se trata de una fuerte tendencia.
Comentarios recientes