¿Porque es un país pequeño? ¿Porque no hace ruido? ¿Porque queda tapado por los gigantes que tiene al lado? ¡No sé la respuesta!

En estos dos días de Jornadas de Aprendizaje-Servicio, organizadas por Convivencia y Ciudadanía y Juntos por la Educación, me he sentido muy:

a) Ignorante  de la historia, geografía y cultura de este país. Por no decir de su lengua guaraní (¡suerte que me han regalado 6 tomos para hacerme una idea, ja, ja!).

b) Fascinada también por la ilusión y la energía de los paraguayos  comprometidos con la educación, que llevan a cabo iniciativas tan coherentes como el Proyecto Caazapá, para subir los resultados educativos en una de las regiones más deprimidas, o el Proyecto Pescar, un proceso de formación que consigue emplear el 100% de los jóvenes participantes.

c) Sorprendida -¡una vez más! – de las coincidencias que tenemos a pesar de la distancia, cuanto a los mismos problemas, los mismos diagnósticos, las mismas estrategias… Puede que en algunos aspectos las dimensiones sean diferentes, pero, esencialmente, somos muy parecidos. ¡Cada vez son más absurdas las fronteras!

Puesto que el encuentro ha mezclado inteligentemente todo tipo de participantes, he disfrutado mucho con los docentes, con los responsables de las organizaciones y sobre todo con los jóvenes.

Me he reído mucho con ellos y les he admirado mucho también por su coraje, su capacidad de liderazgo y su sentido común.

Norma, Josefina: ¡muchas gracias por invitarme! Me voy de Paraguay con el sentimiento de haber descubierto un tesoro.

Presentant experiencies

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