¡No puedo evitar mezclar las cosas! Tal vez es que me coinciden en el tiempo y se me mezclan solas en la cabeza, en el corazón, ¡yo que sé!

El caso es que descubrí Todo niño necesita un campeón, la conferencia de Rita Pierson, al tiempo que recibía la invitación para el 30 aniversario de la Fundación Marianao,  una comunidad que sueña, lucha y ama.

Por si acaso no la conoces, se trata de una organización que trabaja para la cohesión social y educativa del barrio de Marianao en Sant Boi de Llobregat.

Son un referente de compromiso, honradez y responsabilidad no sólo en el barrio y en la ciudad, sinó tambien en Cataluña y en España. En su identidad comunitaria se mezcla ese poderoso cóctel de pasión y sentido común, el mismo que respiras cuando escuchas a Rita Pierson afirmar que los niños no aprenden de la gente que no les gusta.

El  vídeo de Rita me lleva a Fundación Marianao también por otros motivos. En un momento de su discurso Rita explica lo importante que es reconocer ante los chicos que una a veces se equivoca.

Pues bien, yo me equivoqué -y mucho- una vez respecto a los compañeros de Fundación Marianao. Fue hace muchos (arrastrando la “u”) años, cuando se plantaron y decidieron que no abandonarían el edificio ilegal que habían estado ocupando. Sin agresividad, sin fuegos artificiales, sin perder los papeles. Dijeron que no se iban a ir y no se fueron.

El gobierno municipal les ofrecía otro espacio y, sinceramente, yo creí que estaban desaprovechando la ocasión, que se estaban enrocando con una causa perdida, que no había nada que hacer y que mejor pájaro en mano que cien volando. ¡Me equivoqué!

Por esa obstinación serena les admiro: es la que ponen también en el respeto y la confianza hacia los chicos y chicas con menores oportunidades. La que les hace imprescindibles en nuestros barrios. ¡Os necesitamos!.

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