Universidad viene de universo ¿no? Pues aquí tenemos una bonita muestra del universo de estos estudiantes . Me gustaría saber de qué especialidades son ¿ingeniería’ ¿veterinaria? ¿medicina? ¿publicidad? ¿psicología?…

Su alto nivel cultural, que costean todos los ciudadanos con sus impuestos, les motiva buscar como viaje una borrachera permanente.  La fórmula para divertirse es bastante obvia: alcohol barato, lejos de casa, en compañía de iguales (¡demasiado iguales!), y en un lugar lo suficientemente permisivo.

Para mayor vergüenza, todavía hay quien piensa (y además proclama) que gracias a estos vándalos el negocio de la restauración aguanta en tiempo de crisis. Imaginemos la cantidad de actividades que podemos llegar a justificar por el hecho de que funcionen en el mercado.

Estos jóvenes ya no son adolescentes en sentido estricto. Son mayores de edad y disponen de dinero para tomar un avión y evadirse del mundo centrándose en su ombligo. Y casi nadie les pone límites.

Todo el mundo parece tener argumentos para no frenarles. Sus padres, porque ya son mayores de edad. Sus profesores, porque un profesor universitario no es un educador, ¡faltaría más!. La ciudad que les acoge, porque generan algún ingreso en tiempo de crisis. Incluso a lo mejor pagan los desperfectos que llegan a causar.

Se puede ser universitario y al mismo tiempo ignorante, eso ya lo sabemos. Pero si encima se es estúpido, arrogante y grosero, entonces entra en crisis el concepto de formación. Y si además, se es un chico de casa rica lo que entra en crisis es el sentido común.

Pongamos a todos estos chicos y chicas a trabajar y coloquemos en la universidad a los que tal vez no tengan dinero, pero sí ganas de acceder a la cultura. Y si nos faltan ideas, podemos consultar a las organizaciones como Fundación SES, que lucha por ofrecer oportunidades de educación a aquellos jóvenes que no las tienen.

Share This